El presidente ucraniano Zelensky descarta conversaciones si Rusia celebra referéndums

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo el domingo que si Rusia sigue adelante con los referéndums en las áreas ocupadas de su país para unirse a Rusia, no habrá conversaciones con Ucrania o sus aliados internacionales.

Las fuerzas rusas y sus aliados separatistas ahora controlan franjas de territorio en la región de Donbass en el este de Ucrania y en las regiones del sur después de lanzar lo que el Kremlin llama una «operación militar especial» en el territorio de su vecino. Funcionarios de ambas áreas han planteado la posibilidad de referéndums.

En su discurso de la noche en video, Zelensky dijo que Kyiv se apegaba a su posición de no ceder ninguna tierra a Rusia.

«La posición de nuestro país sigue siendo la misma de siempre”, dijo Zelensky. “No renunciaremos a nada que sea nuestro”.

«Si los ocupantes continúan por el camino de los referéndums falsos, se cerrarán cualquier oportunidad de conversaciones con Ucrania y el mundo libre, que la parte rusa obviamente necesitará en algún momento».

Funcionarios rusos y ucranianos celebraron varias sesiones de conversaciones poco después de que las fuerzas rusas lanzaran su invasión de Ucrania en febrero.

Pero se han logrado pocos avances y no se han realizado reuniones desde finales de marzo, y cada parte se culpa a la otra por interrumpir los contactos.

Las fuerzas rusas controlan la mayor parte de la región de Kherson en el sur de Ucrania, y los funcionarios responsables han sugerido celebrar un referéndum para unirse a Rusia en las próximas semanas o meses.

En Donbass, los apoderados de Rusia se apoderaron de partes del territorio en 2014, celebraron referéndums de independencia y declararon «repúblicas populares» en las regiones de Lugansk y Donetsk. El Kremlin reconoció las repúblicas en vísperas de la invasión de febrero.

El gobernador de la región de Lugansk, casi en su totalidad bajo control ruso durante varias semanas, sugirió durante el fin de semana que Rusia se estaba preparando para un nuevo referéndum en las áreas recién capturadas y que ofrecía a los residentes beneficios por participar.

(Reporte de Ronald Popesky; Editado por Chizu Nomiyama y Lisa Shumaker)