Cuando alguien se va de vacaciones, la expectativa habitual es pasar unos días en el lujo y la comodidad sin tener que levantarse temprano ni preocuparse por alimentar a los gallos.
Sin embargo, algunos turistas se quejaron del despertar del gallo a las 5 de la mañana, el sonido de las campanas de las vacas y el repique de las campanas de las iglesias a primera hora de la mañana en el pueblo español.
Sin embargo, los funcionarios de la aldea les dijeron a los turistas que abandonaran la aldea si no podían manejar la vida rural.
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El caso se informa en el pueblo español de Ripadacella, que tiene una población de alrededor de 5.7000 habitantes y es famoso por su hermosa ubicación entre los turistas.
“La semana pasada una mujer nos llamó tres o cuatro veces y la despertó a las 5 de la mañana”, dijo el alcalde de Ribedesella, Raman Canal. «Ella nos dijo que teníamos que hacer algo».
Luego de estas sucesivas llamadas, las autoridades decidieron hacer algo al respecto, pero al contrario de lo que esperaban los turistas, las autoridades pidieron a los turistas que se fueran si no podían manejar la vida rural.
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«Aquí tenemos las campanas de la iglesia sonando constantemente, llevando gallos cantando temprano en la mañana y ganado que vive cerca y, a veces, haciendo vacas ruidosas», decía el cartel oficial. «Si no puede manejar todo esto, es posible que no esté en el lugar correcto».
Al abordar el tema en un programa de radio local, el alcalde dijo: «La leche no viene en cartones, hay que darse cuenta de que viene de las vacas, hay que alimentarlas y mantenerlas».
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