Un emocionado Novak Djokovic derrotó a Stefanos Tsitsipas el domingo para ganar su décimo título del Abierto de Australia e igualar el título número 22 de Grand Slam de Rafael Nadal, una victoria que lo devolvió al número uno del mundo.
La superestrella serbia superó una lesión en el tendón de la corva y un drama fuera de la cancha en su regreso a Melbourne Park para superar al tercer sembrado griego por 6-3, 7-6 (7/4), 7-6 (7/5) en el Rod Laver Arena. .
Y se alzó con la victoria sin su padre, Sarjan, en las gradas, después de que desató la polémica cuando se paró con un hincha que portaba la bandera rusa con el rostro de Vladimir Putin tras la victoria de su hijo en cuartos de final.
Djokovic se subió al palco de su jugador después de la victoria para abrazar a su madre y rompió en llanto incontrolable, cayendo al suelo llorando.
Coronó un regreso impresionante para el cuarto sembrado de 35 años, que se perdió el torneo del año pasado cuando fue deportado por su postura sobre la vacunación contra el covid.
Después de que se levantara una sanción de tres años de Australia, Djokovic ganó el primer lugar en el Adelaide International antes de consolidar su estatus como un gran jugador en Melbourne.
La contundente victoria lo puso al nivel de Nadal en 22, y dos puntos por delante de Roger Federer.
El gran jugador español fue sorprendentemente eliminado en la segunda ronda debido a una lesión en el muslo, pero apunta a regresar a la temporada de tierra batida y otra oportunidad en el Abierto de Francia, con un título de 23 Grand Slam.
Sin embargo, Nadal descenderá en la clasificación cuando se publiquen el lunes, a diferencia de Djokovic, quien noqueará al joven español Carlos Alcaraz y regresará a la cima por primera vez desde junio. Tsitsipas subirá un lugar a tres.
Ambos hombres regresaron a la corte que ayudó a su ascenso al estrellato.
Djokovic ganó su primer Grand Slam en 2008 en el Rod Laver Arena, mientras que Tsitsipas irrumpió en escena en 2019 cuando sorprendió al campeón defensor Federer en los octavos de final.
Con la asistencia de las grandes comunidades griega y serbia de Melbourne, y Rod Laver, hubo un ambiente bullicioso.
Djokovic ingresó al partido con confianza, después de haber ganado las nueve finales anteriores del Abierto de Australia y una ventaja de 10-2 sobre Grecia.
Moviéndose libremente con un mínimo de correas en su molesto tendón de la corva izquierdo, lo abrió con un agarre relajado después de ser recibido con grandes vítores.
Djokovic anotó dos puntos de quiebre para Tsitsipas en el inicio, sin éxito, pero siguió investigando y el griego le dio el 3-1 de quiebre con una doble falta temeraria.
Tsitsipas, en apenas su segunda final de Grand Slam contra Djokovic, que ocupa el puesto 33, lució tenso y perdió el primer set en apenas 36 minutos.
Pero volvió a estar en la contienda en un segundo set mucho más cerrado cuando aumentó su confianza, mejoró su servicio y golpeó algunos puntos de presión.
Obtuvo su primer punto de quiebre, y punto de set, cuando Djokovic golpeó un revés desviado.
Pero el serbio se aferró a aguantar el set con el servicio y se fue al tie-break, donde su mayor experiencia salió a relucir.
Contra todo pronóstico, Tsitsipas quebró por primera vez con el servicio inicial de Djokovic en el tercer set, solo para ceder la ventaja inmediatamente después de un poderoso arranque de enojo consigo mismo.
De nuevo fue a un desempate, donde Djokovic una vez más subió el listón para reclamar otro título.
MP/hora del Pacífico
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