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Distrito norte de Tigray Etiopía De pie al borde de una catástrofe humanitaria, dijo Naciones Unidas, a medida que se intensifican los combates y se agotan las reservas de alimentos básicos para los niños desnutridos.
El Programa Mundial de Alimentos dijo el viernes que distribuirá sus últimos suministros de granos, legumbres y aceite la próxima semana a Tigray, donde se estima que más de 5 millones de personas necesitan ayuda alimentaria.
Los violentos enfrentamientos entre las fuerzas progubernamentales en Addis Abeba y los combatientes del Frente Popular de Liberación de Tigray han impedido que los convoyes del PMA lleguen a Mekele, la capital de Tigray, desde mediados de diciembre.
La agencia dijo en un comunicado que las existencias de alimentos enriquecidos con nutrientes para tratar a niños y mujeres desnutridos ahora están agotadas. Agregó que el combustible necesario para entregar los últimos suministros de alimentos esenciales se estaba acabando.
También está cada vez más preocupado por los niveles de hambre en las regiones vecinas de Amhara y Afar, donde se cree que más de 4 millones de personas necesitan ayuda alimentaria.
Michael Dunford, Director Regional del PMA para el Este, dijo: África.
«Necesitamos garantías inmediatas de todas las partes en el conflicto para corredores humanitarios seguros y protegidos, en todas las carreteras, a través del norte de Etiopía. Los suministros humanitarios simplemente no fluyen a la velocidad y el volumen requeridos”, dijo. «La escasez de alimentos y combustible significa que sólo han podido llegar al 20% de los que deberían haber sido”. Tenemos en esta última distribución en Tigray. Estamos al borde de una catástrofe humanitaria».
Se cree que miles de personas han muerto en el conflicto entre el TPLF y las fuerzas leales al primer ministro etíope, Abiy Ahmed, desde que comenzó en noviembre de 2020. Varios millones se han visto obligados a abandonar sus hogares.
Los trabajadores sanitarios y humanitarios dicen que los últimos días han sido particularmente sangrientos debido a la ola de ataques aéreos, incluido uno en un campamento de desplazados internos que, según los informes, fue asesinado. al menos 56.
«Al menos 108 civiles han muerto y 75 han resultado heridos desde principios de año como resultado de los ataques aéreos supuestamente llevados a cabo por la Fuerza Aérea de Etiopía», dijo el viernes a Reuters un portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU.
El gobierno etíope negó anteriormente haber atacado sitios civiles y respondió con enojo el jueves a la condena de la situación en Tigray por parte del jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien acusó a las autoridades de cortar los suministros médicos a la región.
Dijo a los periodistas que «fue tan espantoso e inimaginable durante este tiempo, el siglo XXI, cuando el gobierno ha estado privando a su gente durante más de un año de alimentos, medicinas y el resto para sobrevivir». Tedros de Tigray.
En su respuesta, el gobierno dijo que había enviado una carta a la Organización Mundial de la Salud acusándolo de «mala conducta» y de incumplimiento de «la integridad y las expectativas profesionales requeridas de su cargo».
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Etiopía, según un comunicado visto por The Associated Press, dijo que Tedros a través de sus acciones «difundió información errónea dañina y dañó la reputación, la independencia y la credibilidad de la Organización Mundial de la Salud».
La Organización Mundial de la Salud no tiene una respuesta inmediata a estas afirmaciones.
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