La dedicación de Wyoming a Donald Trump podría significar el final del camino para Liz Cheney

Para tener una idea de cuán comprometidos estaban los votantes de Wyoming con el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no busque más allá de la Feria del Condado de Laramie.

Dentro de un gran complejo de graneros de metal en las afueras de la capital del estado, Cheyenne, cientos de pequeños ganaderos llevan sus vacas, ovejas, cerdos y pollos a subasta en la subasta de ganado joven de la feria.

Y en una parte tranquila de las instalaciones, Jayden Uchisky, de 13 años, está sentada con sus padres, esperando su turno para presentar a dos cabezas de familia.

Uno es Donald y el otro es Trump.

Si bien Uchisky es demasiado joven para votar, su madre, Jennifer, está mareada por las primarias republicanas de la Cámara de Representantes del martes y la posibilidad muy probable de que uno de los mayores críticos de Trump pierda su trabajo.

«Estoy tan emocionada, como una niña esperando la Navidad», dijo Jennifer Uchisky, llamando a la representante Liz Cheney una «traidora a la gente de Wyoming».

«Todo lo que te importa es el 6 de enero… Queremos a alguien que realmente se preocupe por Wyoming».

Luego, Uchisky se acercó para pararse junto a Trump (el mentor) en su pluma. A medida que la conversación continuaba, el animal estaba defecando notablemente. Riendo, se volvió para mirar un montón de caca fresca y dijo: «Eso es lo que él piensa de Liz Cheney».

A pesar de ser el candidato actual, un conservador acérrimo y miembro de una dinastía política, se espera que los partidarios de Trump lleven a cabo un castigo final para Cheney durante las primarias republicanas del martes en Wyoming, un estado en el que casi el 70 por ciento de los votantes depositaron sus votos. Triunfo. En 2020, es su victoria más contundente en su intento fallido de reelección.

Según una encuesta realizada por la Universidad de Wyoming La foto fue tomada hace 10 días, Cheney estaba detrás de su oponente por unos 30 puntos.

Cheney se negó a dar marcha atrás

Cheney se convirtió en el rostro del desafío republicano: primero para votar para destituir al expresidente tras el ataque mortal del 6 de enero, y luego para servir como copresidente de un comité del Congreso que investiga los esfuerzos para anular las elecciones de 2020.

Ya estaba despojada de sus deberes oficiales En la Cámara de Representantes por la dirección del Partido Republicano y Culpa por parte de sus colegas a nivel estatal.

La candidata probable para derrotar a Cheney es Harriet Hageman, la abogada respaldada por Trump y exmiembro del GNC que ha repetido la mentira de que las elecciones de 2020 fueron robadas.

Al principio fue un crítico de Trump, lo atacaron No apoyó su campaña de 2016 Siendo el candidato republicano a la presidencia, calificándolo de «candidato más débil» y «una persona racista y xenófoba».

Pero lo aprobó en septiembre pasado, mientras Trump buscaba reprender a Cheney, el principal republicano en la Cámara de Representantes, por votar para acusarlo.

Cheney ha argumentado durante mucho tiempo que peleó esta batalla para defender la Constitución de los Estados Unidos y sus principios.

Sin embargo, también debe haber sabido que confrontar al expresidente podría llevarla a la derrota, argumentó Chad Fogg, otro votante republicano que asistió a la Feria del Condado de Laramie.

“Mucha gente de Wyoming estaba con Trump”, dijo. «Verla hacer lo que hizo, no creo que represente bien su estado».

Tire del soporte desde el otro lado

La lucha de Cheney, y lo que representa, ha disfrutado de un apoyo de larga data tanto dentro como fuera de Wyoming.

Kate, esposa de Chad Fogg, por ejemplo, es una demócrata que cambió de partido para poder votar por Cheney en estas primarias.

«Estoy muy orgullosa de que haya defendido sus valores y su moral, y siento que es una persona honesta», dijo.

«Si continuamos por este camino, siento que nos dirigimos hacia una guerra civil», dijo sobre el clima político actual.

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Mike Sullivan, el exgobernador de Wyoming, un demócrata que cumplió dos mandatos a fines de la década de 1980 y principios de la de 1990, está de acuerdo en que es un momento preocupante en la política estadounidense en este momento. También cambió de partido para prestar su apoyo a Cheney.

«No es algo que esperaba que sucediera en mi vida política», dijo sobre su decisión, hablando con CBC News en el patio trasero de su casa en Casper, EE. UU.

«Lo que concluí fue que se trataba de un marcado contraste, y la importancia de ser ciudadano estadounidense, de ser ciudadano de Wyoming, era más importante que la lealtad política».

‘sin arrepentimiento’

Sullivan conoce bien a la familia Cheney. Él y su esposa se han comunicado con los padres de Liz Cheney, el exvicepresidente Dick Cheney y su esposa Lynn, desde la década de 1960. El reinado de Sullivan como gobernador también se superpuso con el mandato de Dick Cheney como miembro del Congreso.

Dijo sobre la decisión de Liz Cheney de criticar a Trump: «No te arrepentirás de asumir este puesto… va por un camino que creo que es el correcto, y lo que es mejor para nuestro país».

Si bien Sullivan espera que Cheney pierda la nominación republicana, espera que no sea por un amplio margen.

Es una situación compartida por algunos de los voluntarios que tocan puertas para Cheney.

Heath Mayo, fundador de Principios Primero, una organización de base conservadora que busca distanciar al Partido Republicano del trumpismo.

May voló desde la ciudad de Nueva York a Denver, luego condujo dos horas hacia el norte hasta Cheyenne para el último fin de semana de la campaña electoral de Cheney. De las 20 personas que tocaron puertas con su grupo, 18 dijeron que eran de fuera del estado.

“Para muchos de nosotros, la erosión de lo que representa el Partido Republicano, que originalmente me atrajo al partido, ha sido evidente durante los últimos cuatro años: rechazar el estado de derecho, rechazar la verdad, rechazar la Constitución y cuestionar las enseñanzas esenciales. de la democracia”, dijo Mayo.

«Creo que todo está en juego con Liz Cheney», dijo, elogiando su negativa a permanecer en silencio.

«Es importante defender lo que crees, incluso cuando… tal vez sea una regla de la gente, tal vez no sea lo que quieren escuchar, pero es algo que necesitan escuchar».

Si todo sale como se espera, Mayo espera que su equipo «lame nuestras heridas y continúe» la mañana después de la votación del martes.

“Lo bueno de por lo que estamos luchando no se trata solo de Blaise Cheney”, dijo Mayo.

«Se trata de un conjunto de principios e ideas que usted representa y que seguirán trascendiendo, con suerte, a otros candidatos. Realmente, tal vez un movimiento para recuperar el partido. Quién sabe».