Las acciones de Wall Street cayeron el lunes, revirtiendo las pérdidas en el extranjero y poniendo al índice S&P 500 en camino de su mayor caída desde febrero.
Las preocupaciones sobre los promotores inmobiliarios chinos cargados de deudas, y el daño que podrían causar a los inversores de todo el mundo si no cumplen, se están extendiendo por los mercados. A los inversores también les preocupa que Estados Unidos La Fed puede indicar esta semana Tiene previsto retirar algunas de las medidas de apoyo que proporciona a los mercados y la economía.
El S&P 500 bajó un 2,2% a la 1:21 p.m. ET. El índice de referencia también está fuera de las pérdidas de dos semanas y está en camino de registrar su primer descenso mensual desde enero.
El Promedio Industrial Dow Jones cayó 799 puntos, o un 2,3 por ciento, a 33.783 puntos, y el Nasdaq cayó un 2,7 por ciento. Las acciones de pequeña capitalización estuvieron entre las mayores perdedoras. El índice Russell 2000 cayó un 3,2%.
Las empresas de tecnología llevaron al mercado en general a la baja. Las acciones de Apple cayeron un 2,7 por ciento y el fabricante de chips Nvidia cayó un 4,6 por ciento.
Los bancos registraron grandes pérdidas debido a que los rendimientos de los bonos se desplomaron. Esto perjudica su capacidad para cobrar tasas de interés lucrativas a los préstamos. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años cayó a 1,32% desde 1,37% el viernes por la noche. Las acciones de Bank of America cayeron un 3,1%.
Los precios del petróleo cayeron un 2% y las acciones de energía pesaron.
Los servicios públicos y otros sectores que se consideran menos riesgosos son mejores que el resto del mercado.
Hubo algunos puntos brillantes. Pfizer se mantuvo firme en medio de una amplia recesión del mercado después de anunciar que su vacuna funcionaba para niños de 5 a 11 años y que pronto buscaría una licencia estadounidense para ese grupo de edad.
Las preocupaciones sobre los desarrolladores inmobiliarios chinos y la deuda se han centrado últimamente Evergrande, uno de los desarrolladores inmobiliarios más grandes de China, que parece no poder pagar sus deudas.
Muchos analistas dicen que esperan que el gobierno chino evite una explosión lo suficientemente grave como para causar pérdidas consecutivas en los mercados. Pero cualquier indicio de incertidumbre podría ser suficiente para sacudir a Wall Street, después de que el índice S&P 500 ha caído casi ininterrumpidamente desde octubre. Alcanzó otro máximo de cierre en poco más de dos semanas, el 2 de septiembre.
El principal índice de Hong Kong, el Hang Seng, cayó un 3,3%, registrando su mayor pérdida desde julio. Muchos otros mercados de Asia están cerrados por vacaciones. Los mercados europeos cayeron alrededor del 2%.
“Lo que ha sucedido aquí es que la lista de riesgos finalmente se está volviendo demasiado grande para ignorarla”, dijo Michael Aaron, analista de inversiones senior de State Street Global Advisors. «Existe una gran incertidumbre en un momento de desafíos estacionales del mercado».
Además de Evergrande, había muchas otras preocupaciones que acechaban bajo la superficie mayoritariamente tranquila del mercado de valores. Además de la posibilidad de que la Reserva Federal anuncie que deja el acelerador en su apoyo a la economía, El Congreso puede elegir el devastador juego del pollo Antes de que se permitiera al Tesoro de los Estados Unidos pedir prestado más dinero, la pandemia de COVID-19 sigue pesando sobre la economía mundial.
Independientemente de la razón principal por la que el mercado se desmayó el lunes, algunos analistas dijeron que se esperaba el retroceso. El S&P 500 no ha visto una caída del 5% desde su pico desde octubre, y el repunte casi imparable ha dejado a las acciones más caras con menos margen de error.
Todos los temores han llevado a algunos en Wall Street a predecir las próximas caídas de las acciones. Los estrategas de Morgan Stanley dijeron el lunes que las condiciones pueden haber madurado para causar una caída del 20% o más para el índice S&P 500. Citaron la débil confianza entre los compradores, la posibilidad de que los impuestos más altos más la inflación pudieran erosionar las ganancias corporativas y otros indicadores del la economía puede desacelerar drásticamente el crecimiento.
Incluso si la economía logra evitar esta desaceleración peor de lo esperado, Michael Wilson, de Morgan Stanley, dijo que las acciones podrían caer alrededor de un 10% a medida que la Fed se aleje de su apoyo a los mercados. La Reserva Federal debe proporcionar su última actualización sobre su política económica y tasas de interés el miércoles.
A principios de este mes, el estratega Barry Bannister de Stifel dijo que espera una caída del 10% al 15% para el S&P 500 en los últimos tres meses del año. Citó a la Reserva Federal reduciendo su apoyo, entre otros factores. También lo hizo la estratega del Bank of America, Savita Subramanian, que estableció un objetivo de 4.250 para el S&P 500 para fin de año. Eso sería una caída del 4,1% desde el cierre del viernes.
Los inversores tendrán la oportunidad de ver más de cerca cómo afectará la desaceleración a una amplia gama de empresas cuando comience la próxima ronda de ganancias corporativas en octubre. Las fuertes ganancias fueron un factor importante para las acciones, pero las interrupciones de la cadena de suministro, el aumento de los costos y otros factores podrían dificultar que las empresas cumplan con las altas expectativas.
«La mayor fortaleza en el mercado este año podría convertirse en su mayor riesgo», dijo Aron.
Damien J. Trois y Stan Choi, Associated Press
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