Sam Bankman-Fried, el fundador del intercambio de criptomonedas FTX, que enfrenta ocho cargos de fraude, conspiración, lavado de dinero y contribuciones ilegales a campañas, ha invertido en al menos dos empresas israelíes, StarkWare y Solidus Labs, a través de sus empresas FTX Ventures y Alameda Research. .
StarkWare y Solidus recibieron fondos que Bankman-Fried y sus colegas obtuvieron, según los investigadores estadounidenses, mediante fraude a gran escala y robo de fondos de clientes. Estas dos empresas fundadas en Israel forman parte de una lista de casi 500 empresas en las que Bankman-Fried, que fue traspasada de Bahamas a Estados Unidos la semana pasada, posee propiedades por un valor total de unos 5.400 millones de dólares.
Según las autoridades de EE. UU., FTX robó un total de $ 10 mil millones en fondos de clientes, con parte de esta riqueza perdida por Alameda a través de acuerdos arriesgados, y parte utilizada para comprar bienes inmuebles de lujo para uso personal, donaciones políticas y sociales e inversiones en criptografía. instituciones comerciales y de medios.
La lista de cartera de 500 empresas, revelada por primera vez por el Financial Times, estaba en manos de 10 empresas diferentes y FTX la utilizó como garantía en su último intento de recaudar fondos y evitar la quiebra en noviembre. Las mayores participaciones incluyen participaciones en la empresa de criptominería Genesis Digital, el gigante de capital de riesgo Sequoia, la firma de inversión SkyBridge de Anthony Scaramucci y SpaceX.
Según la lista, las empresas controladas por SBF han invertido al menos 14 millones de dólares en StarkWare en tres rondas de financiación, incluidas las dos rondas anteriores. StarkWare, que desarrolla soluciones de escalabilidad y privacidad para la tecnología blockchain, recaudó $100 millones con una valoración de $8 mil millones en mayo pasado. La empresa con sede en Netanya recaudó 50 millones de dólares con una valoración de 2.000 millones de dólares en noviembre pasado.
StarkWare fue fundada en 2018 por Uri Kolodny (CEO), Eli Ben Sasson (Presidente), Michael Ryabzev (Arquitecto Jefe) y Alessandro Chiesa (Científico Jefe). La empresa tiene como objetivo utilizar la prueba de conocimiento cero para resolver los problemas inherentes a las cadenas de bloques. La empresa emplea a más de 80 personas, la mayoría de las cuales están fuera de su oficina en Netanya.
SBF también compró tokens Starknet, que aún no están disponibles para el comercio, por un total de al menos $ 33,000. Además de Alameda, los inversores de StarkWare también incluyen Greenoaks Capital, Coatue, Sequoia, Founders Fund, Paradigm y Three Arrows, que también se declararon en quiebra desde entonces.
La inversión en Solidus Labs fue más pequeña y se cree que fue de alrededor de $ 500,000, lograda durante la Serie A de $ 20 millones de la compañía en mayo de 2021. La compañía también recaudó una Serie B de $ 45 millones en mayo pasado, liderada por Liberty City Ventures, incluida Evolution Equity. Socios, Socios publicitarios, Hanaco Ventures y Avon Ventures.
Solidus fue fundada en 2017 por Asaf Meir, Chen Arad y Pravin Kumar. Emplea a unas 100 personas, la mayoría de ellas en Israel, y proporciona un grupo de monitoreo de riesgos de criptomonedas que presta servicios a las plataformas criptográficas y DeFi, instituciones financieras y reguladores. FTX era uno de los clientes de la empresa.
La nueva dirección de FTX ya ha anunciado que espera recuperar cualquier contribución política que haya realizado la SBF, pero el resultado probable del dinero invertido en empresas como StarkWare y Solidus es que las empresas venderán o recomprarán las participaciones.
StarkWare se negó a comentar sobre este asunto. Solidus declaró que los servicios proporcionados por la empresa no están relacionados con la gestión de riesgos de FTX y el eventual colapso, y dijo: «FTX ha invertido menos del 1% de la financiación que Solidus ha recibido hasta la fecha, junto con muchos inversores, incluidos los ex reguladores, bancos , instituciones financieras y fondos Capital de riesgo La compañía siempre ha abogado por una mayor regulación en el espacio criptográfico «.
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