El senador demócrata Raphael Warnock esperaba eludir el desafío planteado por la leyenda republicana del fútbol Herschel Walker el martes por la noche en la segunda vuelta de las elecciones que decidirán el último escaño en el Senado de Estados Unidos.
Con los demócratas ya afirmando una mayoría en el Senado, la contienda determinará si el partido tiene una ventaja de 51-49 o 50-50 con la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris votando el desempate. El año pasado, las victorias de Warnock y su compañero demócrata de Georgia, Jon Ossoff, dieron a los demócratas el control de la cámara en los primeros dos años del mandato del presidente Joe Biden.
En las elecciones de noviembre, Warnock superó a Walker por unos 37.000 votos de casi cuatro millones, pero perdió por mayoría, lo que llevó a una segunda ronda de votación. Ya se han emitido alrededor de 1,9 millones de votos en la segunda vuelta por correo y durante la votación anticipada, una ventaja para los demócratas cuyos electores emiten sus votos de esta manera. A los republicanos generalmente les va mejor el mismo día de las elecciones.
La campaña extendida se convirtió en una amarga batalla entre dos hombres negros en un importante estado del sur: Warnock, el primer senador negro del estado y primer ministro en una iglesia de Atlanta donde predicaba Martin Luther King Jr., y Walker, una ex estrella de fútbol en la Universidad. de georgia Y un novato político respaldado por el expresidente estadounidense Donald Trump.
Una victoria de Warnock consolidaría el estatus de Georgia como campo de batalla de cara a las elecciones presidenciales de 2024. Aún así, una victoria de Walker podría ser un indicio de la debilidad de los demócratas, especialmente dado que los republicanos de Georgia barrieron en todas las demás contiendas estatales el mes pasado.
Walker esperaba los resultados el martes por la noche en el Salón de la Fama del Fútbol Americano Universitario en el centro de Atlanta, mientras que Warnock estaba en un hotel cercano.
La ventaja de 51-49 de los demócratas en el Senado significa que el partido ya no tendrá que negociar un acuerdo para compartir el poder con los republicanos y ya no tendrá que depender de Harris para romper la mayor cantidad posible de votos empatados.
En noviembre, Walker, de 60 años, obtuvo más de 200.000 votos detrás del gobernador republicano Brian Kemp después de una campaña acosada por sus serpenteantes discursos de campaña y devastadoras acusaciones, incluidas acusaciones de que pagó los abortos de dos ex novias, acusaciones que él negó.
La votación transcurrió sin problemas el martes, a pesar de algunas condiciones frías y lluviosas en algunas partes temprano en el día. El grupo ha visto muy pocos problemas en todo el estado, dijo Stephanie Jackson Ali, directora de políticas del Progressive New Georgia Project Action Fund, y las líneas avanzan y los problemas de equipos se abordan de inmediato.
En la votación del martes en Atlanta, Tom Callaway elogió la fuerza del Partido Republicano de Georgia y dijo que respaldaba a Kemp en la primera ronda de votación. Pero emitió su voto por Warnock porque no creía que Walker «tuviera las credenciales para ser senador».
«No podía creer que tuviera una declaración de lo que realmente creía o que tuviera una campaña de sentido común», dijo Callaway.
Warnock, quien selló su victoria electoral de 2021 en una elección especial por el resto del mandato del senador republicano Johnny Isakson, dijo que cree que ha convencido a suficientes votantes, incluidos independientes y republicanos moderados, de que merece un mandato completo.
«Saben que esta carrera se trata de competencia y carácter», dijo Warnock. Walker también predijo la victoria y comparó la competencia con su liderazgo de Georgia en el Campeonato Nacional de 1980: «Me encanta ganar campeonatos».
Biden, Trump no es bienvenido
Después de las elecciones generales, Biden, que ha tenido problemas con la disminución de los índices de aprobación, prometió ayudar a Warnock en todo lo que pudiera, incluso si eso significaba permanecer fuera de Georgia. En cambio, Warnock hizo campaña con el expresidente estadounidense Barack Obama.
Cauteloso por la posible reacción violenta, Walker evitó hacer campaña con Trump hasta el último día de la campaña, cuando los dos mantuvieron una llamada telefónica el lunes con sus partidarios.
La nominación de Walker fue la última oportunidad de los republicanos de obtener un escaño en el Senado este año. Mehmet Oz de Pensilvania, Blake Masters de Arizona, Adam Laxalt de Nevada y Don Bolduc de New Hampshire han perdido carreras competitivas en el Senado que los republicanos vieron como parte de su camino hacia la mayoría.
Walker se ha separado de Trump de una manera notable. Trump pasó dos años afirmando falsamente que sus pérdidas en Georgia y a nivel nacional fueron fraudulentas, a pesar de haber sido reprendido por numerosos funcionarios federales y locales y una larga lista de tribunales.
En su único debate contra Warnock en octubre, se le preguntó a Walker si aceptaría los resultados aunque perdiera. Él respondió con la palabra: «Sí».
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