El príncipe Harry y su esposa Meghan se unieron el viernes a la familia real para su primera aparición pública en Gran Bretaña en dos años, en una fiesta del jubileo de platino que marcó la celebración del 70º aniversario de la reina Isabel II en el trono.
Harry y Meghan, oficialmente conocidos como el duque y la duquesa de Sussex, llegaron ante los vítores de la multitud frente a la Catedral de San Pablo.
Mirando al Príncipe Harry, la experta real senior Angela Levine bromeó: «¿Harry se sintió como si estuviera de regreso en un zoológico hoy? Solo pregunte».
Ella estaba subtitulando la foto de la pareja publicada por GB News con la leyenda: «Esta es la primera vez que Harry y Meghan aparecen a la vista del público junto a la familia Windsor desde que renunciaron a la monarquía para una nueva vida en los Estados Unidos dos hace años que.»
El ex capitán del ejército británico Harry, de 37 años, vestía un traje de mañana, completo con medallas militares, mientras que Meghan, de 40, vestía una bata blanca larga, con sombrero, tacones y guantes a juego.
Tomaron sus asientos al otro lado del pasillo para el hermano de Harry, William, y su esposa Kate, para el servicio de gospel que terminó con el sonido de la trompeta y el himno nacional «God Save the Queen», así como el raro jingle de la canción más grande del país. campana, la Grande. pipí.
Cuando eran dos niños, William y Harry proporcionaron la foto más perdurable del funeral de su madre Diana en 1997, caminando detrás de su ataúd después de su muerte en un accidente automovilístico en París.
Pero Harry dijo en una entrevista de octubre de 2019 que él y William, de 39 años, estaban «tomando dos caminos diferentes», lo que aparentemente confirma una ruptura después de que comenzó a salir con Meghan.
La pareja fue vista en público por última vez en la inauguración de una estatua de su difunta madre, la princesa Diana, en julio de 2021, y en el funeral de su abuelo, el príncipe Felipe, en abril de ese año.
Harry y la actriz de televisión estadounidense Meghan, que es mestiza, fueron aclamados como el rostro moderno del viejo sistema después de su matrimonio en 2018.
Pero menos de dos años después abandonaron la vida real y se mudaron a Estados Unidos, lanzando una serie de críticas dañinas, incluido el racismo.
La pareja creó una organización benéfica, pero enfureció a los partidarios reales por levantar la tapa de la vida real en una sorprendente entrevista televisiva.
Una encuesta reciente de YouGov mostró que casi dos tercios (63 por ciento) del público británico tenía una opinión negativa sobre ellos, un mínimo histórico.
«Creo que probablemente permanecerán en un segundo plano», dijo el cirujano Roger Nagy, de 51 años, quien viajó para celebrar desde Denver, Colorado.
«Pueden hacer lo que quieran con sus vidas, pero tal vez no deberían decir cosas. Esto se trata de la Reina, no de ellos».
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