Este paso se produce luego de que Alberto Fernández chocara con la justicia argentina por la decisión de destinar más dinero a Buenos Aires.
El presidente argentino, Alberto Fernández, dijo que buscaría la destitución del presidente del Tribunal Supremo del país por «participar repetidamente en una conducta» que constituía un «desempeño deficiente de sus funciones».
Fernández dijo el martes que había firmado la moción para acusar al presidente del Tribunal Supremo, Horacio Rosati, y a varios otros miembros de la corte, intensificando su batalla con el máximo órgano judicial del país. La orden también fue firmada por varios gobernadores provinciales.
La declaración de Fernández no especificó de qué comportamiento se trataba. Pero la medida se produce después de que el presidente se enfrentara con la corte por una decisión en diciembre de asignar más dinero estatal a la capital, Buenos Aires, que está dirigida por el líder opositor de derecha Horacio Rodríguez Larreta.
El tribunal dictaminó el 21 de diciembre que la parte de los fondos federales distribuidos a Buenos Aires debe aumentarse del 1,4 % al 2,95 %, el nivel de fondos que recibió antes de los recortes del gobierno en 2020 durante la pandemia de COVID-19.
Pero Fernández dijo el 23 de diciembre que no acataría la decisión, lo que provocó críticas de que cuestiona la independencia del poder judicial. Había criticado el fallo, describiéndolo como «sin precedentes, contradictorio e imposible de implementar».
Los aliados del presidente argumentaron que la decisión de la corte desviaría dinero de otras provincias a Buenos Aires, la región más rica y poblada del país. La disminución de los fondos durante el COVID-19 ha permitido que el gobierno aumente los salarios de las fuerzas del orden en los condados vecinos.
Pero el alcalde de Buenos Aires, Rodríguez Larreta, acusó a Fernández de intentar «romper el orden constitucional, violando por completo el estado de derecho y atentando contra la democracia».
Ante las críticas, Fernández cambió de rumbo y afirmó que aceptaría la decisión del tribunal mientras buscaba daños legales por el caso de financiación. Dijo la semana pasada que «los fallos judiciales son vinculantes incluso cuando se consideran desfavorables e injustos».
Parece poco probable que la decisión del martes de buscar la destitución de los jueces clave de la Corte Suprema llegue a una votación, ya que la coalición peronista de Fernández en el Congreso carece de la mayoría de dos tercios necesaria para despedir a los funcionarios de la corte.
La alianza progresista de Fernández, denominada «Fronto Todos», sufrió reveses en el Congreso durante las elecciones intermedias de 2021. El presidente puede enfrentar desafíos en las elecciones generales de 2023 cuando el control de la presidencia y el Congreso están sobre la mesa.
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