El contenido publicado en las redes sociales se puede analizar para sacar conclusiones interesantes sobre diferentes comunidades.
Al compartir una fotografía, video u otra publicación, se exponen tanto la personalidad de las personas como sus necesidades y perspectivas ante quienes saben analizar el tema, así como las emociones.
Investigadores de la UOC de Cataluña han desarrollado una forma de identificar si las personas son felices o no analizando lo que comparten en las redes sociales. El objetivo es diagnosticar posibles problemas de comunicación y salud mental.
El modelo de aprendizaje en profundidad que utiliza la teoría del psiquiatra estadounidense William Glaser lleva dos años en desarrollo y describe los cinco requisitos básicos para todo comportamiento humano: vida, energía, independencia, pertenencia y diversión. Esos requisitos se ven afectados al elegir qué subir a sitios de redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram.
En la primera conclusión, hay algo interesante entre los usuarios de habla hispana: es más probable que reporten problemas de relación en las redes sociales si están deprimidos.
Se analizaron 86 perfiles de Instagram, en español y persa, para una investigación publicada en la revista IEEE Transactions on Affective Computing. Esperan que su investigación ayude a mejorar las medidas preventivas al diagnosticar y tratar a las personas con enfermedades mentales.
Por ejemplo, si una persona sube una montaña y se toma una selfie, se percibe como una necesidad de poder, mientras que una foto grupal representa una forma de que un grupo satisfaga su necesidad.
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