Argentina vota en apasionantes elecciones con ligera preferencia por los liberales

BUENOS AIRES (Reuters) – Los votantes en Argentina acudieron a las urnas el domingo en una reñida segunda vuelta presidencial con dos visiones muy diferentes para el futuro del país y votantes enojados por la inflación de tres dígitos y el aumento de la pobreza.

Las elecciones enfrentan al ministro de Economía peronista Sergio Massa, que preside la peor crisis económica del país en dos décadas, contra el outsider libertario radical Javier Maili, que era ligeramente favorecido en las encuestas de opinión antes de la votación.

Miley promete una terapia de shock económico, desde cerrar el banco central hasta deshacerse del peso y recortar el gasto, reformas que pueden ser dolorosas y han resonado entre los votantes enojados por la crisis económica, pero han generado temores de austeridad en otros países.

Como muchos argentinos no estaban convencidos de ninguno de los candidatos, algunos describieron la elección como una elección del «mal menor»: el miedo a la dolorosa cura económica de Miley o el enojo con Massa por la crisis económica. Muchos argentinos dicen que no votarán en absoluto.

En la primera vuelta de votación de octubre, Massa recibió el 36,7% de los votos, frente a alrededor del 30% de Milli. Desde entonces, el liberal se ha ganado el apoyo público de Patricia Bullrich, que quedó en tercer lugar, aunque no es seguro que todos sus votos vayan a parar a él.

Gane quien gane, sacudirá el panorama político de Argentina, su hoja de ruta económica, su comercio de granos, litio e hidrocarburos, y sus relaciones con China, Estados Unidos, Brasil y otros.

“Ninguno de los candidatos me da certeza sobre el futuro”, dijo Josefina Valente, una jubilada de 63 años, mientras votaba en Buenos Aires el domingo por la mañana. “Vine a votar por obligación para que podamos tener un cambio en el país de una vez por todas”.

La historia de la carrera hasta ahora ha sido el ascenso de Miley, una economista de 53 años y ex comentarista de televisión, que ha servido como amortiguador de la ira de los votantes y amenazó con hacer estallar el status quo y destruir lo que él llama un » «clase» de ciudadanos. Élite política.

El domingo, Miley denunció la «campaña de miedo» en su contra, pero expresó confianza en ella.

“Ahora dejaremos que las urnas hablen”, dijo Miley después de emitir su voto en Buenos Aires. «Esperemos que mañana haya más esperanza y el fin de la decadencia».

«Esta es una elección muy importante que determina el rumbo de nuestro país en los próximos cuatro años», dijo Massa a los periodistas después de emitir su voto en la provincia de Buenos Aires.

Está previsto que el ganador asuma el cargo el 10 de diciembre y reemplace al presidente peronista saliente de centroizquierda, Alberto Fernández.

«Voy a cambiar»

Miley tiene una ligera ventaja en las encuestas, pero la mayoría muestra una carrera reñida e incierta. Massa, de 51 años, un experimentado comerciante de automóviles político, ha recuperado votos mediante recortes de impuestos y campañas que destacan los planes radicales de Miley para recortar el gasto gubernamental.

«Me asustan las políticas de Miley, por eso voto por Massa, no por convicción. Como dicen, es mejor conocer el mal», dijo el domingo la profesora Susana Martínez, de 42 años.

Miley, que llevaba una motosierra en las manifestaciones para simbolizar los recortes que planeaba, está a favor de la privatización de las empresas gubernamentales y de cambios en la salud y la educación. En las últimas semanas, ha dejado de lado la motosierra mientras busca mejorar su imagen y atraer a los votantes centristas.

Sus partidarios lo describen como el único candidato capaz de derrocar al gobierno peronista y poner fin a años de crisis que ha afectado a la segunda economía más grande de América del Sur.

«No se puede votar al gobierno actual en estas condiciones y un voto en blanco sólo lo favorecerá. Miley es la única opción viable para no terminar miserables», dijo Santiago Nerea, un contador de 34 años. «

Quien gane la presidencia tendrá que lidiar con las arcas del gobierno y del banco central vacías, un programa de deuda de 44 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional que se está desmoronando, una inflación cercana al 150% y una vertiginosa variedad de controles de capital.

La ira de los votantes por la crisis puede ser el factor decisivo, dado que Massa ha manejado la economía durante más de un año.

El empresario Samuel Gwenston, de 76 años, dijo: «Ambos prometen un futuro mejor, pero con políticas opuestas. Massa tuvo su oportunidad y no hizo nada, así que haré un cambio».

Ambos se enfrentarán a un Congreso profundamente dividido, sin que ningún bloque obtenga la mayoría. El ganador necesitará obtener el apoyo de otras facciones para avanzar con la legislación. La coalición de Maili tampoco tiene gobernadores ni alcaldes regionales.

La votación comenzó a las ocho de la mañana (1100 GMT), y los colegios electorales cerrarán alrededor de las seis de la tarde (2100 GMT), y se espera que los primeros resultados oficiales aparezcan al cabo de unas horas.

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