El viaje español expone a los estudiantes de McAllen tanto al viejo como al nuevo mundo

METROLas brasas de un grupo de 20 estudiantes que regresaron el viernes pasado de un estudio de dos semanas en el extranjero en España describieron el viaje como una experiencia reveladora que tuvo un impacto significativo en ellos. Los estudiantes tomaron cursos de lengua, cultura y comunicación en la Universidad de Salamanca, una de las universidades más antiguas del mundo.

Visitaron Toledo, El Escorial y Ávila, visitaron catedrales y palacios y vieron en ellos todo el arte del viejo mundo.

Comieron en cafés, caminaron por las plazas y en general se sorprendieron al ver a todo el país durmiendo la siesta en la tarde y los alumnos de primaria yendo solos a clase.

Uno de los estudiantes, José Álvarez, de 16 años, dijo que al principio tenía miedo de que él y sus compañeros volaran a España para pasar tiempo en el salón de clases. Ese no fue el caso, pero la experiencia en el salón de clases, sorprendentemente, tuvo un gran impacto en Álvarez.

«Es totalmente diferente, su forma de enseñar y nuestra forma de enseñar en Estados Unidos», dijo. «Es un tipo de educación colaborativa para ellos, así que trabajaremos mucho en grupos y hablaremos mucho con el maestro. Así que creo que lo que más me quedó grabado fue la educación que nos dieron.

La Superintendente Auxiliar de Servicios Educativos, Rosalba de Hoyos, quien acompañaba al grupo, dijo que también le llamó la atención esta manera diferente de pensar y de vivir. Quedó impresionada por lo mucho que les gustó, al ver que los niños ordenaron inmediatamente el conejo y el venado y dijeron lo delicioso que estaba.

«Los estudiantes estaban dispuestos, creo que por lo cómodos que se sentían, lo seguros que se sentían, y estaban dispuestos a salir de su zona de confort e intentarlo», dijo. «Creo que eso dice mucho.»

De Hoyos dijo que vio que la experiencia fortaleció la confianza de los estudiantes y amplió sus horizontes.

«Ahora tienen una perspectiva. El mundo es un lugar maravilloso para vivir y experimentar», dijo.

La estudiante de último año Paula García fue una de las estudiantes que no estaba lista para regresar después de dos semanas.

«Un grupo de nosotros dijimos: ‘¿Qué pasa si me quedo aquí? ¿Qué pasa si el avión no viene a recogernos?'», dijo.

La arquitectura influyó mucho en García, aprendiendo cómo las diferentes culturas y religiones jugaron un papel en el desarrollo de catedrales y palacios antiguos en las ciudades que estudió el equipo.

El distrito hizo posible el viaje para muchos estudiantes a través de becas, con la ayuda de la Fundación Educativa de McAllen.

García dijo que recibió una de esas becas y expresó su gratitud.

«Sin ellos y la ayuda que me han brindado, nunca hubiera podido ir al extranjero o al extranjero», dijo.