La corrupción en el fútbol español pone en peligro el Mundial de 2030

El fútbol español vive desde hace décadas en un pantano del que nadie quiere salir y nadie quiere limpiar. Un mundo paralelo donde quien entra sale con las manos manchadas y una cuenta bancaria llena de dinero.

Si hace unos años la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil entró en el cuartel general de Las Rozas y detuvo a Ángel María Villar, Ahora vuelven sobre sus pasos porque el impacto que dejó Rubiales es terrible y nada parece legal durante los cuatro años que estuvo al frente del fútbol español.

El juez de instrucción tiene serias dudas sobre los contratos de la Federación Española de Fútbol con China, la Supercopa Árabe y los acuerdos comerciales otorgados a Antonio González Segura, hermano del asesor jurídico de la Federación y arquitecto responsable de las obras del Estadio de La Cartuja. Tomás González Cueto, el brazo legal de Luis Rubiales durante su presidencia junto con Andrew Camps, y Pedro González Segura, actual director jurídico de la Federación Española de Fútbol, ​​fueron detenidos durante un registro en Las Rozas y otras viviendas, incluida la de Rubiales. Quien, casualmente, se encontraba en República Dominicana haciendo negocios hoteleros y de allí no planeaba regresar hasta el 6 de abril.

Luis Rubiales llegó a la Federación Española de Fútbol con cierto beneplácito del Gobierno porque la personalidad de Villar parecía anticuada. Sus casos aún están en los tribunales, su pensión ha sido confiscada y el reconocimiento de la FIFA y la UEFA sigue intacto, que lo invitan a eventos y lo tienen en cuenta mientras imparte conferencias sobre derecho en algunas universidades como abogado.

Ahora la Guardia Civil ha vuelto a la Federación Española de Fútbol, ​​pese a que el presidente abandonó el país hace meses. Un lugar que se ha convertido en el hogar de la locura matemática para quienes viven en las oficinas de este mundo paralelo. El Gobierno de Pedro Sánchez, y en concreto José Manuel Franco como jefe de la Comisión de Desarrollo Sostenible, protegió a Rubiales más allá de la moral y la ética cuando estalló el tema de los contratos con Arabia Saudí. Las grabaciones de audio, posiblemente filtradas por su tío Juan Rubiales, fueron la punta del iceberg de los crímenes cometidos en ese lugar oscuro del fútbol español.

Miguel Galán ha sido el maestro de ceremonias de todo ello durante muchos años. El responsable del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol de España (CENAFE) ha puesto muchas quejas por todo lo que allí pasa, y con la Supercopa se ha tocado la flauta porque el juez ve cosas raras.

La atracción por el dinero de la Federación Española de Fútbol y su extraño sistema de cadena de servicios para alcanzar posiciones es algo que vale la pena examinar. Ni la Comisión de Desarrollo Sostenible ni el gobierno lograron derribar a Rubiales por besar a Jennifer Hermoso. El Tribunal de Arbitraje Deportivo no consideró muy grave el asunto. En aquel momento, la FIFA sancionó al presidente, que nació en Motril y dirigió durante años la suerte de la Asociación de Futbolistas, por un periodo de hasta tres años.

José Manuel Uribe, presidente de la Comisión de Desarrollo Sostenible, afirmó que el Mundial de 2030, que Marruecos organiza con España y Portugal, no corre peligro. Según informa la prensa especializada, la FIFA se ha puesto en contacto con la Federación Española de Fútbol así como con los dos países interesados ​​que quieren saber con quién compartirán la realización del Mundial con todo lo que esto supone para muchos sectores y el dinero en juego.

La Guardia Civil también busca movimientos de criptomonedas, por lo que creen que la conspiración de Rubiales debe ser muy amplia, y quién sabe, si la próxima caída será Piqué. Los mensajes filtrados entre ambos no lucían bien, y escondían más que un simple contrato.

Carlos Herrera ya pide impaciente un permiso porque no sabe lo que pasa ahí. Organismos autonómicos, árbitros e incluso el fútbol sala (donde las alfombras sobran) son los brazos ejecutores que hay que conquistar para sentarse en el trono. Esto era lo que Pedro Rocha se ganaba desde hacía meses, y el Delfín Rubiales no era un títere en su mano, sino simplemente alguien capaz de mantener los armarios bien cerrados para que los cadáveres no se desparramaran en otros momentos.

El fútbol español está en peligro Rubiales ha hecho peor a Villar en el décimo periodo que el técnico vasco lleva al mando y puede ser acusado de presuntos delitos más rápidamente que su antecesor.

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