Cómo la lucha para sacar a Trump de las elecciones primarias en Colorado indica problemas para el sistema bipartidista

Krista Kafer estaba jugando al Scrabble en la cocina de la casa de su madre en Carolina del Sur cuando escuchó la televisión en la otra habitación. Fue sintonizado por Fox News, donde la abogada Emily Compaño discutía la decisión de la Corte Suprema de Colorado. Para evitar que Donald Trump aparezca en las elecciones primarias republicanas del estado. El tribunal concluyó que tenía prohibido constitucionalmente postularse para un cargo porque había participado en la rebelión.

“Esta es otra forma en que están tratando de derribarlo”, dijo Compaño sobre el caso. “Más importante aún, hay otra forma en la que ellos –la izquierda liberal que ha despertado a los demócratas– están tratando de quitarle el poder al pueblo”.

La Sra. Caver sabía mejor que nadie en la pantalla quiénes eran. Ella fue una de las seis personas que pusieron sus nombres en la demanda que condujo a la decisión de Colorado.

Pero no es de izquierdas. Es una republicana comprometida y ha trabajado como miembro del personal del Congreso. Pasó un tiempo con la conservadora Heritage Foundation y votó por Trump en 2020.

Lo que no podía soportar era su falta de voluntad para aceptar su derrota en esas elecciones, o su discurso ante una multitud en Washington el 6 de enero de 2021, antes de los ataques de ese día al Capitolio de Estados Unidos.

“Hay alguien que hizo un juramento y luego intentó sabotear la misma institución que juró apoyar”, dijo.

«Sólo quería hacer algo para detener la locura».

El jueves está previsto que la Corte Suprema de Estados Unidos escuche una apelación de la decisión de Colorado, que ha permanecido en suspenso a la espera del fallo del tribunal superior. Los abogados de Trump han advertido que si se implementa la decisión, podría privar de sus derechos a decenas de millones de votantes y «desatar el caos y el caos si otros tribunales estatales y funcionarios estatales siguen el ejemplo de Colorado y eliminan de la boleta a un potencial candidato presidencial republicano».

Los partidarios de Trump culparon directamente a Kafer y a los otros cinco peticionarios en Colorado. «Benedict Arnold era un héroe estadounidense, pero ya no lo es», dijo el presidente del Partido Republicano de Colorado, Dave Williams. “Estas personas son traidores a su partido, simple y llanamente”.

Pero los esfuerzos por borrar a Trump de las elecciones son parte de una erosión mucho más amplia del apoyo a las estructuras de poder partidistas que sustentan la democracia estadounidense. No se trata sólo de que algunos votantes conservadores no quieran tener nada que ver con el expresidente. Su acción legal contra él llega en un momento de creciente descontento hacia republicanos y demócratas por igual.

Norma Anderson dijo que los votantes estadounidenses sufren ahora «disgusto hacia ambos partidos». Ex miembro de la Legislatura del Estado de Colorado Otro de los aspirantes. “En mi opinión, los partidos ya no sirven”.

En Colorado, las personas que no están afiliadas a ninguno de los partidos superan significativamente a las registradas como demócratas o republicanos. Las encuestas nacionales realizadas por Gallup durante los últimos dos años han demostrado que un promedio del 27 por ciento de los estadounidenses simpatiza con los dos partidos principales. Más del 42% dice ser independiente. La perspectiva de una revancha entre el presidente Joe Biden y Trump (ambos candidatos relativamente impopulares) ha hecho poco para revertir la tendencia.

«Mucha gente se mantiene al margen, esperando que dentro de cuatro años tengamos opciones diferentes», dijo Doug Friednach, abogado y analista político de Colorado con amplia experiencia en la política demócrata del estado. “Lo que ha sucedido es que cuando la gente se siente más desconectada de los partidos, se registra como independiente”. Dijo que la dinámica más amplia de la política estadounidense ofrece pocas razones para esperar una diferencia en el futuro. «Los partidos han ido más allá del extremismo», afirmó. «Será muy difícil para los moderados de ambos lados recuperar partidos políticos».

Para algunos, la demanda de Colorado representa un intento de ganarse el apoyo de quienes continúan rechazando el extremismo. Claudine Schneider, otra peticionaria que sirvió en el Congreso de Estados Unidos como representante del Partido Republicano de 1981 a 1991, dijo que si los republicanos son derrotados en las próximas elecciones, «será necesario un renacimiento, de una manera más moralmente responsable». Dijo que sentía la obligación moral de oponerse a Trump. También espera «tener alguna voz, tal vez no hoy en el Partido Republicano, pero sí mañana».

Pero la actual dirección del partido no da señales de escuchar. El ala provincial del partido censuró formalmente a varios peticionarios. El partido ha agregado a la Sra. Kafer y a la Sra. Anderson a su salón de la vergüenza RINO – «Republicano sólo de nombre».

Este es un marcado contraste con el historial de la Sra. Anderson como una de las republicanas más exitosas del estado, quien pasó casi dos décadas en la Legislatura de Colorado. Su sala de estar está decorada con una bandera enmarcada que ondeó sobre el Capitolio de los Estados Unidos en honor a su servicio. Hojea periódicamente un ejemplar impreso de la Constitución.

Estaba sentada frente a su televisor el 6 de enero, viendo acontecimientos que, estaba convencida, equivalían a una insurrección en la que Trump jugó un papel. “No podía creer lo que estaba pasando”, dijo.

Tiene previsto estar en Washington el 8 de febrero para asistir a la audiencia de apelación ante la Corte Suprema. Sostiene que Trump se ha descalificado a sí mismo para postularse para presidente en virtud de la 14ª Enmienda, que prohíbe ocupar un cargo a cualquiera que haya “participado en una insurrección o rebelión” contra el país. «Yo creo en la democracia. Y él no», dijo Anderson sobre Trump. «Un tipo que intenta anular una elección, ¿qué hará la próxima vez?».

La señora Anderson tiene 91 años. Trump es el único candidato republicano que no recibió su voto para presidente.

Otros grupos de republicanos han rechazado a Trump. Esfuerzos como el Proyecto Lincoln han recibido apoyo de alto nivel, pero han tenido poco impacto en la popularidad del ex presidente.

Williams, presidente del Partido Republicano de Colorado, acusó a Anderson y a otros de trabajar en contra de Trump “porque han perdido poder e influencia en un partido que ya no valora su liderazgo fallido”.

«Estas personas están molestas porque Donald Trump ha lanzado un movimiento de republicanos que están cansados ​​de los poderosos y los insiders que constantemente engañan a los contribuyentes estadounidenses», dijo.

Advirtió que si los esfuerzos para sacar a Trump de la boleta tienen éxito, «veremos que los estados republicanos comenzarán a eliminar a Joe Biden».

Añadió que el partido en Colorado está dispuesto a abandonar la votación primaria si la decisión de la Corte Suprema resulta en que Trump sea eliminado de la boleta.

En cambio, los republicanos del estado podrían utilizar el sistema de caucus, que el partido cree que permitirá a sus miembros votar por Trump.

Basta con que personas como la señora Kafr cuestionen su afiliación política. Dijo que tal vez debería lanzarse un nuevo partido. He considerado apoyar a un candidato de un tercer partido en las elecciones de noviembre.

Su reciente visita a Carolina del Sur enfatizó la importancia histórica de las disposiciones constitucionales. En Abbeville, Carolina del Sur, Secession Hill todavía marca el lugar donde miles de personas se reunieron en 1860 para presionar por la retirada de la Unión, uno de los acontecimientos que empujó al sur esclavista hacia la Guerra Civil.

La Decimocuarta Enmienda se adoptó ocho años después, cuando el Congreso buscaba impedir que los líderes confederados impenitentes regresaran al poder.

Kafer cree que una lógica similar debería aplicarse a Trump. «Secesión, rebelión y rebelión son cosas diferentes», dijo, «pero son diferentes en alcance, no en carácter».

Advirtió que si no se cumplen las disposiciones constitucionales en materia de rebelión, “lo que estamos haciendo es dar luz verde a esta conducta en el futuro”.

Ella cree que esto enviaría una señal al perdedor en cualquier elección futura de que “puedes generar una mentira gigante y presionarla con tanta fuerza que la gente estará dispuesta a tomar las armas en tu nombre”.

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