Se profundizan las repercusiones del escándalo del fútbol español

Un mes después del final del Mundial femenino de 2023, las consecuencias de las acciones del expresidente de la Federación Española de Fútbol, ​​Luis Rubiales, siguen impactando el fútbol femenino en el país.

Aunque Rubiales dimitió de la federación y de la UEFA tras su beso no deseado a la estrella Jenny Hermoso, integrantes de las jugadoras de la selección femenina… Cita Se negaron a jugar los dos siguientes partidos sin hacer otros cambios dentro de la federación.

La nueva entrenadora Montse Toomey ha anunciado su alineación para el primer partido mientras continúan los rumores sobre un boicot. Según la ley española, los jugadores que no respondan a la llamada de la selección nacional «sin justificación» están sujetos a multas y posiblemente sanciones adicionales por parte de la FIFA.

Muchos jugadores que formaron parte del boicot inicial a la selección lo han hecho un informe el martes para el servicio del equipo nacional, pero el caso continúa exponiendo profundas divisiones dentro del deporte y el país en general. Víctor Francos, ministro de Deportes de España, dijo que planeaba intervenir.

«Quedamos ridículos como nación», dijo Francos al canal de televisión español La Sexta. «Es inaceptable… y hablé con algunos de los jugadores. La impresión que tuve fue la más negativa de mi vida. No escuché resentimiento ni enojo, escuché tristeza y fatiga».

Ramificaciones legales

Al mismo tiempo, un tribunal español fue rechazado Un pleito en el que Rubiales demandó a Javier Clemente, exentrenador de la selección masculina.

Aparte del asunto relacionado con la WWC, Clemente describió a Rubiales como un «hombre peligroso y ambicioso» que busca «hacerse rico», lo que llevó a Rubiales a demandar por difamación. Pero el tribunal consideró que Clemente estaba ejerciendo su “derecho a expresar libremente una opinión sobre una persona que es, además, una figura pública”.