El presidente Xi Jinping, los miembros del Politburó de China y una multitud de ciudadanos presentaron sus últimos respetos.
La bandera china fue izada a media asta en la Plaza de Tiananmen el jueves mientras el ex primer ministro chino Li Keqiang era enterrado en Beijing, una semana después de su muerte inesperada de un ataque cardíaco a la edad de 68 años.
Li fue incinerado en el Cementerio Revolucionario de Babaoshan, el lugar de descanso de altos funcionarios gubernamentales y «héroes revolucionarios» del pasado reciente de China.
A la ceremonia asistieron el presidente Xi Jinping, el primer ministro Li Qiang, otros miembros del Comité Permanente del Politburó y la familia Li.
Antes de la cremación, el cuerpo de Li permaneció brevemente en exhibición, con la bandera nacional de China y flores blancas, el color del luto en el este de Asia, desplegadas.
Afuera, cientos de personas se reunieron para presentar sus últimos respetos al ex primer ministro, quien renunció a principios de este año después de completar su segundo mandato de cinco años.
A más de mil kilómetros de distancia, en Hefei, la ciudad natal de Li en la provincia de Anhui, una multitud también se reunió frente a la casa de su infancia y depositó coronas funerarias en la entrada.
El gobierno chino ha estado en alerta máxima desde la inesperada muerte de Li el 27 de octubre, y muertes anteriores de figuras políticas provocaron períodos de malestar.
Las protestas por la democracia en la Plaza de Tiananmen en 1989 siguieron a la muerte del líder reformista Hu Yaobang, mientras que otra protesta importante en 1975 siguió a la muerte del líder ampliamente respetado Zhou Enlai.
En los días previos al funeral de Li, se advirtió a los medios estatales que desconfiaran de los comentarios «exagerados» en línea que contenían críticas implícitas al presidente Xi.
Muchos internautas volvieron a publicar uno de los famosos dichos de Li: «El río Amarillo y el río Yangtze no fluirán hacia atrás», una promesa de continuar la reforma y apertura de China a pesar de los temores de lo contrario.
Li, un economista de formación, alguna vez fue visto como un importante defensor de la liberalización económica, pero ha sido marginado gradualmente durante su mandato, dicen los observadores, a medida que Xi ha reforzado su control sobre la formulación de políticas económicas.
El columnista del New York Times, Li Yuan, describió las muestras públicas de dolor tras la noticia de la muerte repentina de Li la semana pasada como «El flujo de sentimientos más importante.En China desde que se llevaron a cabo protestas masivas a fines del año pasado para protestar por las restricciones de bloqueo causadas por el virus Corona.
Li nació en la provincia de Anhui en 1955 y formó parte de una generación de líderes chinos enviados al campo durante la Revolución Cultural.
Luego pudo regresar a sus estudios y obtuvo títulos en derecho y economía en la prestigiosa Universidad de Pekín, donde también conoció a líderes del movimiento democrático de China durante la relativamente abierta década de 1980.
Más tarde, Li se convirtió en un consumado tecnócrata aliado con la facción del presidente chino Hu Jintao, y una vez fue visto como un contendiente a la presidencia, perdiendo más tarde ante Xi en las rondas finales de la contienda.
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