Reseña: El Huracán de Cygnet encuentra a una familia cubanoamericana atrapada en una desorientadora espiral de demencia

Grandes huracanes azotan Florida cada tres años más o menos, dejando devastación a su paso. Lo mismo puede decirse de lo que le sucede a la familia cubanoamericana en el Centro «El Huracán», inaugurado el sábado en el Teatro Cygnet de San Diego.

Escrito por Charisse Castro-Smith en 2018 y dirigido por Daniel Jacques en un estreno en la costa oeste, El Huracán está ambientado en Miami, donde el huracán Andrew de categoría 5 azotará en agosto de 1992. posesiones en el hogar familiar que no son físicas sino mentales. La Sra. Valeria sufre de la enfermedad de Alzheimer y apenas puede hablar, pero sus recuerdos a largo plazo, que la audiencia puede ver en flashbacks, tienen colores vibrantes y no están dañados.

Pero como un huracán tropical, la enfermedad que atenaza la mente de Valeria y las trágicas repercusiones para su familia eventualmente regresarán y forjarán un nuevo camino de destrucción.

La obra ininterrumpida de 90 minutos se presenta en un escenario casi desnudo bajo alambre de gallinero y una escultura de nube en forma de embudo llena de luz creada por el diseñador escénico Yi-Chien Lee y la diseñadora de iluminación Elba Emicente Sánchez. La diseñadora de sonido Eliza Vidar crea el rugido tormentoso del viento y la lluvia. Los seis actores diversos del programa son excelentes actores que, en algunos casos, interpretan múltiples roles.

Amalia Alarcón-Morris interpreta a una Valeria mayor, que regresa con su hija Jimena (Catalina Maynard) y su nieta Miranda (Sandra Ruiz) para limpiar la casa de la cubana Valeria que dejó hace 18 meses tras la muerte de su ex marido Alonso (Manny Fernández). Mientras Ximena y Miranda empacan las cosas, Valeria se retracta de sus recuerdos de trabajar como asistente de escena haciendo magia en un club nocturno para su esposo y de ir a la playa con su hermana Alicia (Carla Navarro), quien se ahogó a una edad temprana.

Ximena está abrumada por el dolor, la responsabilidad de cuidar a su madre y una relación turbulenta con su hija adolescente Miranda, cuyo comportamiento egoísta con el trabajador del barrio Fernando (Christopher Cruz) conduce a la tragedia.

La segunda parte de la obra tiene lugar 25 años después, pero sin interrupciones, el director Jáquez transmite el paso del tiempo haciendo que los actores que interpretan a Ximena y Miranda cambien de vestuario y pelucas en el escenario. Ante los ojos del público, Ximena se convierte en abuela, Miranda en madre de una hija adolescente y el ciclo del trauma comienza a repetirse. Decir más estropearía el final de la obra.

Alrededor del 10 por ciento de la obra se presenta en español, lo que simboliza la desconexión de Miranda, que apenas habla el idioma, con su historia familiar. Muchos miembros de la audiencia que no hablan el idioma se perderán algunas de las bromas y discusiones entre las mujeres, pero la trama es fácil de seguir.

La obra comienza lentamente pero, afortunadamente, gana fuerza a la mitad. Parte del diálogo parece entrecortado, y una escena que involucra el coqueteo entre Miranda y Fernando se siente forzada y artificial. Pero la obra termina con angustia y tristeza, así como con la esperanza de que la tormenta final de la familia haya pasado.

«Hurakán»

cuándo: 19:30 los miércoles y jueves; 20:00 los viernes; 3 y 8 pm los sábados; 14:00 los domingos. hasta el 19 de febrero

donde: Teatro Cygnet, 4040 Twiggs Street, San Diego

los boletos: $ 30 y más

Teléfono: (619) 337-1525

Conectado: cygnetttheater.com

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