South Florida Classical Review » » El pianista del Pino crea impulsos españoles multifacéticos en MDCA

ibérica El solo de teclado de Isaac Albenis es una de las obras más difíciles de la literatura. Sin embargo, esta obra maestra del piano no tuvo miedo para Daniel Del Pino en el recinto de caja negra del Auditorio del Condado de Miami-Dade el viernes por la noche.

El evento fue patrocinado por la Fundación Joaquín Achucaro. Del Pino fue alumno del pedagogo de piano de 90 años en la Universidad Metodista del Sur. Del Pino grabó un concierto de noventa minutos con los libros I y II del ciclo de Albéniz.

El pianista español de origen libanés demostró una técnica formidable y fuertes preferencias interpretativas. Jugando con una mini-Yamaha con cinco filas de asientos en el escenario (y el telón cerrado), del Pino creó una variedad de colores tonales en la «Evocación» de apertura del set de Albeniz. «El Puerto» tenía velocidad y precisión digital y sabor andaluz. Del Pino captura brillantemente los ritmos angulosos y el brillo temerario de «El Corpus en Sevilla».

En el final del Libro II, Del Pino ofrece una «Rondeña» astutamente encantadora, una gran presencia de poder en «Almería» y puro virtuosismo sinvergüenza en el final «Triana».

De «Asturias». Suite Ébanola Suele tocarse con guitarra, pero Albéniz la compuso originalmente para piano. Fue un placer escuchar esta viñeta familiar tocada con el acento rítmico del teclado.

Escuchar estas miniaturas de bravura atmosférica en un entorno tan íntimo mejoró enormemente la inmediatez y la emoción visceral de la conexión entre el artista y el talento. La acústica es notablemente transparente y la claridad del sonido nunca se vuelve áspera o abrumadora. Proporcionando comentarios entre selecciones, Del Pino fue informativo y entretenido, particularmente porque Albéniz era propenso a inventar historias (la afirmación de que tocó para Liszt no es cierta).

Entre las obras de Albéniz, contrastaba la música más levemente medida de Enrique Granados y Joaquín Turina. Turina estudió en París, lo que quedó patente en «La Andalucía Sentimiento», una pintura tonal de la región española con perfume francés. Del Pino elaboró ​​este snack con un toque sensible y delicado.

El aura opaca de los extractos de este GoeskaGranados escribía y pintaba con pinceles de colores. El pianista descubre una nueva aproximación a la ampulosa «Andalucía» de Granados. Danzas Españolas. Al enfatizar los fundamentos rítmicos debajo de las líneas melódicas, Del Pino ofrece un ataque empático y contundente que hace que la pieza sea audible por primera vez.

Daniel Del Pino es un artista talentoso. Uno espera escucharlo tocar sonatas, conciertos y partituras a gran escala en Miami en el futuro.

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